no imaginaba esto,
no imaginaba buscar un olor,
una mirada de comprensión
o simplemente una risa histérica.
No pensé en que las paredes de la casa
serían solo eso, paredes,
ni que la cama estaría deshecha siempre.
No pensé,
nada,
ni un instante.
Y quise mentirme y decir
que todo esta bien,
una y otra vez,
hasta que realmente lo creyese.
—Tengo un bloqueo creativo, un bloqueo que hace que mis extremidades sean de papel y todo resbale, que nada impregne. Hace tiempo que no leo porque las letras bailan y las palabras se me hacen impronunciables y las historias infumables.
— La regla viene y va pero apenas está y me preocupa. Mi cuerpo está dejando de ser mi cuerpo para convertirse en un cúmulo de órganos que funcionan mal y un cúmulo de tejidos y piel que los recubren. Mis huesos están débiles, mi mente está débil y mi piel empieza a parecerse a la de un reptil.
— Me he perdido todo lo que me rodea porque no soy capaz de salir a la calle y no sentirme culpable de abandonar mis pensamientos. El mundo en sí empieza a hastiarme, no me es suficiente, necesito más, algo que me ayude a salir de este bucle oscuro y constante. Necesito enseñar mi cuerpo, desnudarme ante todos esos desconocidos y que me vean vestida solo de piel, porque necesito asumir que mi cuerpo es mi cuerpo y que el cuerpo se estropea.
— Lo poco que escribo carece de sentido, por eso apenas lo hago, apenas me siento y cierro los ojos y escribo y no me fijo en la ortografía, ni en los signos de puntuación ni en si tiene coherencia o no, solo escribo cuando tengo algo que decir y dejo que mi mente fluya y mis dedos tecleen mientras mi habitación huele a té.
— ¿Mañana será mejor día?